17 de Mayo 2004 - Diario Olé
Desparramó músculos y rivales, dejó huellas de ganas en cada una de sus pisadas, frenó, se hamacó para sus dos perfiles, disparó y, en el final del movimiento, hasta se le plantó a Rolando Schiavi en una actitud entre provocadora y desafiante. Tanto que recibió amarilla, sumó cinco y no podrá estar ante Chacarita.
Si esa primera jugada de Maximiliano Gastón López generó sorpresas en tiempo real, al repasar la trama del superclásico quedó apenas como un detalle o un ejemplo del papel que le tocó interpretar en esta historia. Un papel en el que se desplazó del libreto original para improvisar un happy end para su River.
Furia. Fibra. Fuerza. Ingresó a los siete minutos con las tres "F" encendidas cuando en River lamentaron la lesión de Salas. Pero, al margen de la desgracia del chileno, el cambio terminó siendo Matador. "No había hecho la entrada en calor, así que me metí en la cancha algo frío. Tuve que ponerme rápido a punto. Por suerte me fue bien. Aunque más que rescatar lo mío, rescato que ganamos este partido importante", explicaba mientras admitía que Astrada lo mandó a meterse entre los centrales de Boca.
Garra. Ganas. Goooou. Maxi no sólo contagió a sus compañeros con las primeras dos "G", mas que nada fue metiendo a River cerca del punto "G", el del gol. A los 28 del primer tiempo usó su 1,88 metro de fuerza para ganarle en velocidad a José María Calvo y sacar un zurdazo que salió paralelo a la línea de gol. Después elaboró la jugada previa al gol de Cavenaghi al ganarle la posición a Burdisso y generar el córner. Y siguió a los 44 de esa etapa inicial con un ida y vuelta que dejó desacomodado a Schiavi.
Actitud. Aptitud. Adrenalina. "Más allá de lo que hice acá, estoy feliz porque dejé todo", aseguraba. Y tenía razón. Ejemplo: ya en el segundo tiempo perdió una pelota por derecha y, desesperado, persiguió a Burdisso desde atrás, se la sacó y generó un tiro libre para River en la puerta del área de Boca.
Confianza. Convicción. Conciencia. Este Maxi López no es el mismo que había quedado marginado de la Libertadores. Este hace goles clave, entra en momentos decisivos y supera a varios en la lista de preferencias de Leonardo Astrada. "Para esto fue importante la confianza que me dio el técnico. Fui sumando los minutos que necesitaba para sentirme bien en la cancha", reconocía el jugador. Y lo apoyaba el propio Jefe: "Le hicimos sentir que es importante para el equipo". Por si no se entiende bien por qué se menciona en el comienzo del apartado su conciencia, valen las palabras de Maxi: "Yo no me la creo. Es cuestión de momentos, ahora me toca uno bueno"..
No es una exageración ubicarlo como protagonista de esta historia porque, así como hubo superclásicos de Moreno, de Labruna, de Amadeo, de Alonso, éste será para siempre el superclásico de Maxi, del Maxi que le ganó los mano a mano a sus villanos de turno, Schiavi y Burdisso, del Maxi que sacudió cuatro veces a Abbondanzieri, del Maxi que tapó el vacío de Salas, del Maxi que se hizo más Maxi que nunca una tarde de 2004 en La Bombonera.
Desparramó músculos y rivales, dejó huellas de ganas en cada una de sus pisadas, frenó, se hamacó para sus dos perfiles, disparó y, en el final del movimiento, hasta se le plantó a Rolando Schiavi en una actitud entre provocadora y desafiante. Tanto que recibió amarilla, sumó cinco y no podrá estar ante Chacarita.
Si esa primera jugada de Maximiliano Gastón López generó sorpresas en tiempo real, al repasar la trama del superclásico quedó apenas como un detalle o un ejemplo del papel que le tocó interpretar en esta historia. Un papel en el que se desplazó del libreto original para improvisar un happy end para su River.
Furia. Fibra. Fuerza. Ingresó a los siete minutos con las tres "F" encendidas cuando en River lamentaron la lesión de Salas. Pero, al margen de la desgracia del chileno, el cambio terminó siendo Matador. "No había hecho la entrada en calor, así que me metí en la cancha algo frío. Tuve que ponerme rápido a punto. Por suerte me fue bien. Aunque más que rescatar lo mío, rescato que ganamos este partido importante", explicaba mientras admitía que Astrada lo mandó a meterse entre los centrales de Boca.
Garra. Ganas. Goooou. Maxi no sólo contagió a sus compañeros con las primeras dos "G", mas que nada fue metiendo a River cerca del punto "G", el del gol. A los 28 del primer tiempo usó su 1,88 metro de fuerza para ganarle en velocidad a José María Calvo y sacar un zurdazo que salió paralelo a la línea de gol. Después elaboró la jugada previa al gol de Cavenaghi al ganarle la posición a Burdisso y generar el córner. Y siguió a los 44 de esa etapa inicial con un ida y vuelta que dejó desacomodado a Schiavi.
Actitud. Aptitud. Adrenalina. "Más allá de lo que hice acá, estoy feliz porque dejé todo", aseguraba. Y tenía razón. Ejemplo: ya en el segundo tiempo perdió una pelota por derecha y, desesperado, persiguió a Burdisso desde atrás, se la sacó y generó un tiro libre para River en la puerta del área de Boca.
Confianza. Convicción. Conciencia. Este Maxi López no es el mismo que había quedado marginado de la Libertadores. Este hace goles clave, entra en momentos decisivos y supera a varios en la lista de preferencias de Leonardo Astrada. "Para esto fue importante la confianza que me dio el técnico. Fui sumando los minutos que necesitaba para sentirme bien en la cancha", reconocía el jugador. Y lo apoyaba el propio Jefe: "Le hicimos sentir que es importante para el equipo". Por si no se entiende bien por qué se menciona en el comienzo del apartado su conciencia, valen las palabras de Maxi: "Yo no me la creo. Es cuestión de momentos, ahora me toca uno bueno"..
No es una exageración ubicarlo como protagonista de esta historia porque, así como hubo superclásicos de Moreno, de Labruna, de Amadeo, de Alonso, éste será para siempre el superclásico de Maxi, del Maxi que le ganó los mano a mano a sus villanos de turno, Schiavi y Burdisso, del Maxi que sacudió cuatro veces a Abbondanzieri, del Maxi que tapó el vacío de Salas, del Maxi que se hizo más Maxi que nunca una tarde de 2004 en La Bombonera.
2 comentarios:
Creo que no podia haber post del Massi sin mensajes.
Porque vos, Tanque, te lo mereces
Con el ritmo de la cancion de Fabio Posta "No por mi, sino por vos..." (!?)
Y al mes marró un penal en La Madre De Todas Las Batallas.
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